En este caso, el tratamiento es
individual y, en un primer momento el niño deberá realizar las actividades
junto a un maestro de apoyo o bien con la familia (previo entrenamiento
escolar). Después de un periodo de trabajo conjunto se impulsara al niño a la
práctica. Todos los ejercicios de rehabilitación matemática deben presentar un
atractivo interés para que el niño se predisponga al razonamiento, en primer término
por agrado o por curiosidad, y luego, proceder al razonamiento matemático. En ausencia de trastornos orgánicos graves,
hay que proceder a la reeducación, con el empleo progresivo de objetos que se
ponen en relación con símbolo numérico, para instaurar en el individuo la noción
de cantidad y la exactitud del razonamiento. La adquisición de destrezas en el
empleo de relaciones cuantitativas es la meta de la enseñanza a niños
discalculicos. A veces es necesario comenzar por un nivel básico no verbal,
donde se enseñan los principios de la cantidad, orden, tamaño, espacio y
distancia, con el empleo de material concreto. Los procesos de razonamiento,
que desde el principio se requieren para obtener un pensamiento cuantitativo,
se basan en la percepción visual por bloques, tablas de clavijas. Además hay
que enseñar al niño el lenguaje de la aritmética: significados de los signos,
disposición de los números, secuencia de pasos en el cálculo y solución de
problemas. (Narvarte, 2001)
v
Intervención
Psicopedagógica.
1.
Hay que generar
expectativas positivas en todos los alumnos. El profesor debe cuidar
especialmente las reacciones frente a los errores, sobre todo, con comentarios
informales que pueden afectar a la autoestima del alumno cuestionando su
capacidad y sus posibilidades de mejora.
2.
Se debe prestar
especial atención a la construcción del conocimiento. Hay que
sobrepasar el simple desarrollo disciplinar y sentarse en un enfoque más
global, que los niños investiguen, piensen, analicen, indaguen, saquen sus
conclusiones, etc.
3.
La experimentación
debe ser la base del aprendizaje. Los principios, leyes, pautas,
estrategias, etc., se deben introducir a partir de simples experiencias y
situaciones significativas que se convertirán en los algoritmos que luego se
aplicaran.
4.
Hay que
favorecer y estimular la comprensión. Es necesario dar tiempo para el
dialogo, hacer preguntas, consultar, etc. Precipitar los resultados no es
adecuado. Hay que asegurarse de que se ha asimilado lo viejo antes de pasar a
lo nuevo.
5.
Se enseñaran
paso a paso las estrategias y algoritmos específicos que exige la tarea. Para ello hay
que servirse de la atención exploratoria del niño como recurso educativo.
6.
Hay que asegurarse
que el niño pude recordar los aspectos relevantes de una tarea o problema. Se debe ir
comprobando siempre que sea posible que le niño ha procesado la información
relevante.
7.
Hay que tener
presente que la diversidad es un hecho. Pretender que todos los alumnos
consigan los mismos objetivos con las mismas actividades y al mismo tiempo es
simplemente una falacia. Lo adecuado es plantear la programación como un espacio flexible y disponer de
actividades de diferentes niveles para el refuerzo y la ampliación.
8.
La ayuda se debe
prestar de forma mutua. La clase de matemáticas debe ser un espacio de
colaboración en el que le profesor y alumnos contribuyen a su desarrollo.
9.
La enseñanza de
las matemáticas debe seguir una secuencia en aspirar ascendente. Hay que contextualizar
los esquemas matemáticos subiendo los peldaños de la escala de
contextualización
Hay que procurar al niño tareas de orientación
adecuada, procedimientos de análisis profundo y ocasiones frecuentes de
aprendizaje incidental. Esto es válido tanto para los niños interesados
en las matemáticas como para aquellos que no están motivados.
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