Mientras que una capacidad matemática
pobre o de bajo nivel puede ser causada por una enseñanza deficiente o por una
capacidad mental inferior, la discalculia está asociada con un cierto tipo de
disfunción neurológica que interfiere con el pensamiento cuantitativo. En
general se localizan dos tipos de deficiencias aritméticas: las relacionas con
otros trastornos lingüísticos y las que se refieren a perturbaciones en el
pensamiento cuantitativo.
El niño que padece algún trastorno del
lenguaje auditivo receptivo, probablemente se desempeña mal en aritmética, no
porque no logre entender los principios básicos del cálculo, si no porque no
consigue comprender la explicación oral del maestro, los problemas que se le
plantean y las instrucciones del caso. Una dificultad lectora lo coloca en
desventaja al leer los problemas y una digrafía le impide escribir las
respuestas. (Ediciones Euroméxico, 1998).
(Narvarte,
2001). Independientemente del nivel
mental, de los métodos pedagógicos empleados y de las perturbaciones
específicas. Se observa en algunos niños dificultad de integración de los
símbolos numéricos en su correspondencia con las cantidades reales de objetos.
a)
El
valor del número no se relaciona con la colección de objetos.
b)
Se
constatan igualmente dificultades en efectuar una buena coordinación espacial y
temporal, relación que desempeña un papel importante en el mecanismo de las
operaciones y dificultad o imposibilita la realización de cálculos.
c)
Por
lo general, el niños disléxico que rota, transpone o invierte letras o silabas,
repite los errores con los números (6 X 9); (69 X 96); (107 X 701).
d)
Esto,
como es lógico, puede retrasar notablemente el aprendizaje numérico y
aritmético y desencadenar una discalculia.
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